Durante 26 años Mons. Georg Gänswein fue confidente de Benedicto XVI; por ello, el beso en las manos inertes encierra un gran significado.
POR ALEJANDRA SOSA
3 ENERO, 2023
Qué significativo que besara las manos del Papa emérito Benedicto XVI. Monseñor Georg Gänswein pudo besar su frente. Pero besó sus manos.
Manos ungidas del sacerdote, del obispo, del Papa, manos que bautizaron, que absolvieron, que ungieron, que casaron, y sobre todo, que transformaron el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo.
Manos que saludaron y bendijeron a millones de personas. Manos que se mantenían extendidas y fraternas aún ante aquellos que le daban la espalda. Manos de buen pastor que con su cayado supo conducir gentilmente su rebaño
Manos de sabio, que escribieron, y a lápiz, tantas obras de incalculable valor para la Iglesia, como el Catecismo de la Iglesia Católica, la trilogía de Jesús de Nazaret, y tantas otras.
Manos de guía que nos señalaron la Verdad. Manos de amigo de Dios, que en profunda oración se unieron para pedir por tantos, por todos, que hojearon miles de veces el breviario.
Manos de enamorado de María que diario pasaban las cuentas del Rosario que rezaban juntos caminando por los jardines vaticanos. Manos humildes que nunca se aferraron al poder. Manos que acariciaban gatos y tocaban piano.
Manos frágiles que últimamente se apoyaban mucho y muy confiadamente en él. Manos benditas y arrugaditas como las de un padre anciano y amoroso, que ya no estrechará más, y cuya dolorosa ausencia deja sus propias manos muy vacías, ¿ahora a quién ayudarán?, ¿en qué se ocuparán?
Pidamos a Dios que monseñor Georg Gänswein halle consuelo sabiendo que estas mismas manos lo siguen bendiciendo desde el Cielo, agradecidas por todo lo que hizo por su dueño, que sigue presente a su lado, aunque invisible, intercediendo por él, todavía más que antes, y conduciéndolo de la mano por nuevos senderos.
¿Qué significa el rosario y el crucifijo en las manos de un difunto?
En el funeral de Benedicto XVI ha destacado un detalle: en sus manos, el Papa emérito lleva un rosario y un crucifijo. ¿Qué significan?
POR ALEJANDRO FEREGRINO
4 ENERO, 2023
En los últimos días, decenas de miles de personas han hecho largas filas en el Vaticano para orar frente a los restos mortales del Papa Benedicto XVI. Su cuerpo ha sido colocado en la Basílica de San Pedro, ataviado con un alba blanca, casulla roja con dorado, y la mitra, también dorada, sobre la cabeza. Además, le fueron colocados entre los dedos un rosario y un crucifijo, un detalle que no ha pasado desapercibido, pero que ha provocado que la gente se pregunte sobre su significado.
¿Qué significan el Rosario y el Crucifijo?
En entrevista con Desde la fe, el padre Alberto Medel, especialista en liturgia y rector del Seminario de Xochimilco, explicó que estos elementos forman parte de la piedad cristiana.
“Si bien es cierto -aseguró- que existe la Liturgia Exequial, también los pueblos y las personas enriquecen esos ritos con una serie de elementos que ayudan tanto a los dolientes como a las comunidades a afrontar el momento de la muerte y expresar el cariño y el respeto a la persona que ha fallecido y, naturalmente, a su cuerpo”.
“Dentro de la Liturgia Exequial, hay dos gestos que recuerdan la sacralidad del cuerpo. Primero, cuando se asperje agua sobre él, recordando el Bautismo; y segundo, cuando se perfuma con el incienso, recordando que el cuerpo es templo del Espíritu Santo”.
Además, insistió, surgen expresiones de la piedad cristiana que van en el mismo sentido. Por ejemplo, el ataviar los cuerpos con vestiduras honrosas.
“Si bien, también van a sufrir junto con él la degradación natural del cuerpo, eso no quiere decir que no se les puedan colocar vestiduras honrosas”.
“Aunque esto último no es algo propiamente de la fe cristiana, va en consonancia con la honra que la Iglesia tributa a los cuerpos de los difuntos y también se colocan signos y símbolos que tienen también que ver con la fe”.
Este, aseguró, es el caso del rosario y el crucifijo que lleva entre sus manos el Papa Benedicto XVI.
“Una persona como el Santo Padre Benedicto XVI, que toda su vida rezó el Santo Rosario y se acogió a la intercesión de la Santísima Virgen María con esta oración tan preciosa, tenga en sus manos el instrumento”.
“De tal manera que es altamente significativo que su cuerpo, ese que un día resucitará, lleve en sus manos este Rosario que sin duda ocupó durante toda su vida, y por otro lado también el crucifijo, que para nosotros es la certeza de la vida eterna de la vida futura”.
Y al mismo tiempo, agregó el Padre Medel, el rosario y el crucifijo constituyen un signo de consuelo para todos porque al final, como dice el apóstol San Pablo en una de sus cartas: “hemos muerto con Cristo para resucitar un día con Él”.
“ Y entonces, no solamente el rosario, no solamente el crucifijo, sino también las vestiduras de su dignidad sacerdotal y episcopal: el alba, la casulla y la mitra, todos estos elementos que honran el sagrado cuerpo del Papa Benedicto XVI y que al mismo tiempo se convierten en las vestiduras de gala con las que nosotros sabemos él ahora se presenta ante Dios nuestro Señor para decirle, como Jesús dijo en el momento de expirar en la Cruz: todo está cumplido, en Tus manos encomiendo mi Espíritu”.